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Sobre la importancia de la medicina.

La medicina, la cura, el arte de sanar, nació de la desesperación, del dolor, de la amenaza siempre latente de la muerte. Las civilizaciones primitivas se valieron del instinto para encontrarla entre plantas, minerales  y animales. En la sociedad hipermoderna, miles de años después, la medicina tiene otras concepciones. Antes, un invierno amenazaba con una pulmonía, tomaba el pecho y si no se curaba bien podía hacer que una persona falleciera. Hoy el hombre tiene abrigo de todo tipo, ambientes climatizados artificialmente, infusiones, máquinas de vapor, ibuprofeno y amoxidal 500. Tenemos dentistas, pediatras, traumatólogos, cirujanos, radiólogos, nutricionistas y kinesiólogos. Casi todo logos. Conocemos cada centímetro del cuerpo humano, por dentro y por fuera; los tejidos, las venas, la sangre, el ADN, la mente.  


La música puede ser medicina para la depresión, un mal del hombre moderno, acaso inimaginada por los primeros habitantes. La medicina logró que el hombre, en dos mil trece, tenga un promedio de vida de ochenta años y cada vez aumenta más. Quizás por eso es que el hombre se deprime, quizás ochenta años de esta nada sin sentido terminan por aburrirlo. Y para eso está la música, para llenar los vacíos con acordes y melodías, para bailar y cantar, para olvidarnos por un momento de todo eso que nos aqueja y soltarnos, dejarnos llevar.


Esta sociedad de consumo y rentabilidad también supo explotar la necesidad de la medicina. Así como se descubrieron las curas se descubrieron nuevos males. Hay casos en que la medicina puede provocar efectos secundarios, y entonces lo mismo que te cura también te mata. Crearon enfermedades, crearon modos de prevenirlas, crearon adicciones y también la psicología.


Pero no hay mejor cura que el amor. Incluso cuando no hay cura, el amor es lo único que el hombre va a llevarse consigo. No hay cosa más triste en este mundo que una persona que muere sola, y por eso el amor es la más importante de las medicinas. Puede causar efectos secundarios, hacerte sentir vacío algunas veces, pero al final, un hombre que siembre amor contará con los abrazos de la mujer que ama, con las caricias de sus hijos y el cariño de sus hermanos y sus amigos. 

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